Luego del cruce de la trocha de Júcaro a Morón, las fuerzas de Máximo Gómez y Antonio Maceo, en constante movimiento coinciden en la zona de Iguará, donde se produce la primera acción de la guerra librada por los occidentes en la antigua provincia de Las Villas. Era el tres de diciembre de 1895, la infantería enemiga fue destrozada, creando el pánico y la desorganización en las filas españolas. Luego del combate el enemigo dejó sobre el campo 18 cadáveres, perdió 54 fusiles y 20 mulas cargadas de municiones, combustible, tiendas de campaña y camillas. A partir de ese momento, los combates serían más frecuentes y las fuerzas cubanas se abrirían paso triunfalmente a hierro y fuego.